Por definición el éxito significa “resultado feliz de un negocio o empresa realizada”. Sin embargo la mayoría de nosotros nos preguntamos qué implica el éxito y qué hacer para sentirnos y vernos exitosos. La mayoría no sabemos responder.
Solemos hacer conjeturas sobre si el éxito radica en lo que tenemos, en cuestión material; si resulta de un estado espiritual equilibrado o de hacer lo que nos gusta; tal vez –pensamos- es producto de lo que hacemos en el día a día, o consiste en estar rodeado de personas que nos reconozcan. El éxito parece ser un objetivo, subjetivo: ¿Quién es más exitoso un hombre de familia promedio o un hombre de negocios millonario?
Solemos hacer conjeturas sobre si el éxito radica en lo que tenemos, en cuestión material; si resulta de un estado espiritual equilibrado o de hacer lo que nos gusta; tal vez –pensamos- es producto de lo que hacemos en el día a día, o consiste en estar rodeado de personas que nos reconozcan. El éxito parece ser un objetivo, subjetivo: ¿Quién es más exitoso un hombre de familia promedio o un hombre de negocios millonario?
Algunas veces nos damos cuenta que éxito y felicidad son palabras con un significado ligeramente distinto, pero íntimamente ligadas; la felicidad, según su definición es “un estado de ánimo en que una persona se siente satisfecha por gozar de lo que desea o disfrutar algo bueno". La diferencia puede ser tan pequeña que en realidad es abismal y el hilo que une una de la otra palabra, delgado, casi invisible. El éxito en su definición implica sentirse feliz y de acuerdo al escritor estadounidense Ralph Waldo Emerson “El éxito consiste en obtener lo que se desea y la felicidad, en disfrutar lo que se obtiene”.
Tomando en cuenta lo anterior si el hombre de negocios disfruta de eso que ha obtenido y además se siente satisfecho entonces es exitoso y feliz haciendo negocios y ganando dinero; como lo es un padre de familia de clase media que disfruta de su esposa y de sus hijos, tanto como de su trabajo, aunque no sea millonario.
Ser exitoso implica hacer lo que nos gusta, obtener de ello lo que necesitamos y queremos, disfrutarlo es ser feliz: compañía, dinero, tranquilidad, alegría y un etcétera de cosas o sentimientos.
Puede o no ser reconocido como éxito para otros lo que a nosotros nos lo parece, sin embargo el sentirnos felices con nuestro estilo de vida será la señal de haber alcanzado ese objetivo tan subjetivo.
Puede o no ser reconocido como éxito para otros lo que a nosotros nos lo parece, sin embargo el sentirnos felices con nuestro estilo de vida será la señal de haber alcanzado ese objetivo tan subjetivo.
En el aspecto profesional, como en casi todo, la pasión y la razón deben ser dos componentes esenciales para lograr el éxito. El 80 por ciento de los jóvenes que terminan una carrera profesional descubren que no les ha gustado; también encuentran que su elección profesional no incluyó el pensar en las oportunidades laborales que habría para ellos después, ni la remuneración a la que podrían aspirar. Por ello es necesario que los padres sin ser impositivos, den elementos de valor a sus hijos para hacer una elección, basada en el análisis y la reflexión, acorde a ellos pero también a la época en que viven.
Una de las causas que hace tan difícil el trance para la elección de carrera tiene que ver con el momento en que el joven debe tomar una decisión que repercutirá en toda su vida: una edad en la que se está dejando la adolescencia atrás y el corto tiempo que tiene para reflexionar sobre las opciones que existen; otras de las causas son la falta de información y orientación que reciben para ello. Estas circunstancias generalmente llevan a decisiones infortunadas.
Sin embargo no todo está perdido, la actitud con que se enfrente una mala o buena decisión será esencial para sacarle el mayor partido. Cualquier cambio requiere primero, de querer hacerlo y segundo, de hacerlo. Así pues es posible ser un profesionista exitoso.
En la conferencia “Como ser un profesionista exitoso”, del Dr. Carlos Ortega, neurologo y doctor en psicología escuché que el éxito profesional requiere de cumplir ciertas características; un pequeño conjunto de valores esenciales que llevados a la práctica pueden ser una formula contundente, (aunque no mágica, ya que requiere de inteligencia, esfuerzo y constancia) y que hoy les comparto:
Compromiso -para cumplir con el deber-; humildad- para hacer las cosas sin buscar esperar que otros lo reconozcan, y continuar aprendiendo-; valores- cumpliendo aquellas características que nos representan como personas confiables, respetables-; pasión –disfrutar a cada instante y con cada partícula lo que se hace-; oportunidad – reconocer el momento justo para no dejarlo pasar-; optimismo- para enfrentarnos ante la vida y sus retos con actitud positiva -; y conocimiento – para que podamos cumplir con la labor que hemos elegido-. Lo cierto es que si se piensa bien cada una de estas características debe ser practicada no solo para lograr el éxito profesional sino para lograr el éxito en la vida diaria.
Hay por último, un factor necesario para que todo lo anterior se convierta en un éxito real: saber lo que se quiere. Si no sabemos cuál es el objeto de nuestro deseo iremos dando tumbos, sin lograr nada que realmente nos haga sentirnos exitosos por más que obtengamos cosas. Luego para sentirnos felices de haberlo obtenido, es importante disfrutarlo. Suena más simple de lo que es, pero al final, somos lo que elegimos y la felicidad es una decisión de vida, de cada día, concentrarnos en disfrutar todo lo que tenemos y somos o vivir en la añoranza de lo que no es.
Si tu éxito es la felicidad, entonces primero habrás de saber qué te puede hacer feliz e ir por ello. Si sabes que es lo que quieres, “atrévete y el mundo cederá” (1).
Hasta la próxima. @ailedalvarez
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